Cáparra y la Vía de la Plata
Cáparra y la Vía de la Plata
La Vía de la Plata, fue una calzada romana que atravesaba de sur a norte parte del oeste de Hispania, desde Augusta Emerita (Mérida, capital de la Comunidad Autónoma de Extremadura) hasta Asturica Augusta. (Astorga en la provincia de León).
Durante la época romana, se mantuvo como eje fundamental de comunicaciones tanto durante la conquista como en época imperial, Su evolución hizo que fuera el principal eje de comunicación del occidente español y comenzó a servir también como camino de peregrinación hacia Santiago de Compostela, convirtiéndose en la “Ruta Jacobea del sur”
Actualmente, la Ruta Jacobea de la Vía de la Plata conduce a los peregrinos desde la ciudad de Sevilla hasta la leonesa de Astorga, desde donde enlaza con el Camino de Santiago Francés hasta llegar a su destino la ciudad santa de Santiago de Compostela.
A pesar de no tener tanta relevancia como otras vías de peregrinación, se le está dando cada vez más importancia, su impulso viene alegado, ya que en ella confluyen varios caminos recorre España de Sur a Norte, lo que nos lleva a contemplar y disfrutar del gran patrimonio histórico, cultural, artístico así como los numerosos vestigios arqueológicos de la época romana que se pueden encontrar a lo largo del camino.
Un Viaje en el Tiempo……………………
En la Vía de la plata retrocedemos en el tiempo y nos encontramos las ruinas de Cáparra que a través de las huellas de su pasado romano hace que nos sumerjamos de lleno en la historia.
Situada en el Valle del Alagón, visita obligada de la etapa de peregrinación a Santiago de Compostela entre Oliva de Plasencia y Baños de Montemayor podremos admirar el monumento más importante y mejor conservado, se trata del arco cuadriforme de Cáparra.
La Antigua ciudad de Cáparra……………….
Su origen es incierto, los griegos y romanos la situaban en la zona de Lusitania y posiblemente se consideraba a su población de origen vetón, así se denominaba al conjunto de los pobladores prerromanos de cultura celta que habitaban un sector de la parte occidental de la península ibérica.
Inicialmente los romanos atribuyeron a Cáparra el estatus de ciudad estipendiaria, es decir, la población tenía que pagar un canon y contribuir al ejército romano, pero tenía derecho propio, su propia moneda y sus tierras.
Finalmente, en el año 74 dC, Vespasiano le otorga a Cáparra el estatus de Municipium, con lo que sus habitantes pasaban a ser ciudadanos romanos y en la que la ciudad goza de su mayor explendor.
La ciudad estaba amurallada y disponía de tres puertas de acceso. La puerta sur, que llevaba al Foro Municipal a través del Cardo Maximus, y las puertas que comunicaban el Decumanos Maximus con la Vía de la Plata.
Hoy día se conserva parte de sus vestigios, así podemos contemplar su monumento principal el Arco de Cáparra y parte de los edificios más importantes, como el Foro, se encuentran las termas públicas. la basílica, un pórtico abierto que incluía un pequeño templete en el que se desarrollaban los juicios. En la parte derecha del Foro se encontraba la Curia. Y en la parte del fondo del edificio del Foro se encontraban tres templos cuyas puertas se situaban alineadas con las tres puertas de acceso al Foro.
El Arco de Cáparra se sitúa justo en la confluencia del cardo y el decumanus, dando acceso al Foro de la ciudad. Tenía una altura de unos 13 metros. Se trata de un arco cuadriforme que se eleva sobre cuatro pilares que forman cuatro arcos de medio punto. Cada pilar se asienta sobre un basamento coronado por una cornisa. En los laterales que dan a la calzada romana aparecen pedestales en los que se situaban probablemente estatuas o efigies representativas de la época. Es el único arco de este tipo que se conserva en España.
Sin duda un bonito lugar de paso y obligada visita que hará el deleite y disfrute de todo peregrino.
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