CF31 - Sarria - Portomarín - 22 km

Salida de Sarria: Convento de la Magdalena

Desde el Convento de la Magdalena, se inicia un pronunciado descenso, con el cementerio de Sarria a la derecha. Se llega a la C-546 (Monforte-Lugo), se sigue unos metros hacia la derecha, y se abandona por la izquierda, cruzando el río Celeiro por la Ponte Aspera.

Camino paralelo al río Celeiro

Siguiendo paralelo al río, se cruza la vía del ferrocarril, cerca del antiguo solar de Sancti Michaelis, indicado por un mojón jacobeo. Después de avanzar unos 100 metros por la vía, se cruza un arroyo y se gira a la derecha, ascendiendo entre robles hasta la aldea de Vilei.

Ascenso a la Iglesia de Barbadelo

En Vilei, se entra en una pista asfaltada que lleva hasta la iglesia de Barbadelo. Desde allí, se sigue caminando por un paisaje variado de robles, prados y casas de labor dispersas, hasta llegar a Rente y Mercado da Serra.

Cruzando la C-535 y el paisaje de castaños

Después de estas localidades, se cruza la C-535 (Sarria-Portomarín) y se continúa por Monzón, Xisto, Domiz, Leiman y Peruscallo. Este tramo de 2,5 km discurre por pista asfaltada, entre grandes masas de castaños y robles, con praderías cercadas por chantos, unas losas de pizarra características de la zona.

Caminos vecinales y el paisaje de Monte Morgade

Desde aquí, siguiendo caminos vecinales, se atraviesan las aldeas de Cortiñas, Lavandeira y Brea. El paisaje se hace más accidentado, y se asciende suavemente hacia el poblado de Monte Morgade. Tras pasar el Arroyo Ferreiras, se emprende otro ascenso hasta la aldea de Ferreiros.

Ascenso y descenso hacia el río Bocelo

Por una corredoira entre robles, se continúa el ascenso hasta llegar a una pista asfaltada, que se cruza para descender a Mirallos y continuar hacia Pena, pasando por una pista asfaltada hasta llegar a Couto y Rozas. Desde Pena do Cervo, se desciende hacia Moimentos, Mercadoiro y la vega del río Bocelo, donde se encuentra Moutras.

Llegada a Portomarín

Finalmente, después de más de 1 km de recorrido, se llega a Parrocha y se toma una pista asfaltada que, a los 600 metros, se convierte en un camino que lleva a Vilachá. Desde allí, se avista el moderno poblado de Portomarín, situado en un alto sobre la margen derecha del río Miño.