Una mezcla de paz y tranquilidad acompañados de sol, lluvia, niebla y frescor
Caminar en diciembre en el Camino de Santiago supone una gran y confortable experiencia.
En diciembre, en el Camino de Santiago, finaliza el otoño con el solsticio de invierno, las hojas caducas de los centenarios árboles ya han caído, y el verde oscurece en los perennes. ¡Es una sensación mágica!
Una mezcla de paz y tranquilidad acompañados de sol, lluvia, niebla y frescor, es la experiencia que obtendremos en este camino. Disfrutando de nuestro parka, gorro y botas, pondremos al máximo nuestros 5 sentidos.
Nuestra propuesta: